Drácula con Tacones


Todo lo que es profundo ama la máscara
 

miércoles, mayo 11, 2011

Y yo sin agua bendita

Hablamos de los que confunden arte con oficio.

El artista tiene ángel, talento puro, estudios o capacidad innata… puede hacer de una madera un alma.

El laburante, aprendedor de un oficio, tiene la actitud para repetir movimientos, el coraje para no cansarse de ello, y la valentía para volver a lo mismo.

El mentiroso es un laburante, no un artista.

Los simples confunden el oficio de mentir con un arte, y sin embargo son tan diferentes.

El mentiroso repite tips, confunde detalles, desestima las consecuencias.

El mentiroso no se perfeccionó, simplemente tuvo suerte, algunas veces le salió bien, algunas veces no quisieron desenmascararlo y están los casos en los que no interesó hacerlo, pero esto los convenció de su perfección, de su incapacidad de error.

El artista, en su intento de prevalecer, en su necesidad por trascender lo terrenal se esfuerza, investiga, analiza, prueba, se equivoca, desarma y vuelve a probar…

Al mentiroso se equivoca y comienza a adorar al dios necesario, aquel que pueda arrojar la tierra necesaria para que el desliz no vea la luz.

El artista encuentra en el dolor una fuente de inspiración.

El mentiroso, en cambio, se hunde en el dolor para acusarlo de ser cómplice necesario de su mentira.

El artista sabe amar de maneras inhumanas, sabe idolatrar el sentimiento, y reconoce que si llegó a ello es por el valor que tiene, porque fue imposible resistirse y por esa misma intensidad es imposible perderlo, ese es un lujo que se dan los mortales que no entendieron.

El mentiroso, no sabe amar, no comprende una sensación tan plena, no pueden cuidar lo que no entiende, no sabe qué hacer con lo que lo supera, se pierde, lo pierde, lo condena y se lamenta por no saber por qué se fue.

El artista es un héroe.

El mentiroso una víctima.

El error humano consiste en creer que a simple vista uno puede diferenciarlos.

Me lo contó una amiga artista.



"Escondiste todos tus recuerdos en una guarida

Jurando que nunca dirías alguna mentira

Pero vienes de esos callejones que funden alcoholes

Donde solo campeonan los peores. "

Lo Dijo Dracula con Tacones :: 15:42 :: 1 Marcas:

Yo también quiero ser víctima

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domingo, mayo 08, 2011

La sublimación del dolor... o de cómo se puede posponer el sufrimiento...

Cuando sus días se tornen agitados, aturdidos, complejos y/o saturados no pierda de vista el bosque... recuerde que su dolor estará allí ansiando junto a usted la llegada de la calma…

Porque uno debe ser organizado hasta en el arte del lamento, no hay necesidad de que el futuro sufrimiento interfiera con sus mortales planes... no se deje engañar...

Observe silenciosamente su represión... casi ajena, distante, vanidosa.... Demuéstrele que la mira... hágale saber que la espera...

El sentimiento de autocompasión sabe llegar sin que lo llamen…

Anímese!


“Deja que ruede, como el aire entre las hojas,
todo es oro todo es sal
que llegará el día, que no quemen sus recuerdos, que se apagará el dolor”

Lo Dijo Dracula con Tacones :: 19:33 :: 1 Marcas:

Yo también quiero ser víctima

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